Si bajara un hada madrina con su varita con destellos plateados (ya q se puede pedir, pidamos bastante, no?) y se decidiera a concederme todos los deseos q alguna vez pedí, todos juntos, sencillamente me complicaría la existencia. Entonces yo me pregunto… para que he gastado tantos minutos de mi vida cerrando los ojos frente a una tarta con velas (y toda mi familia expectante), una fuente (mientras saco dinero de la cartera), algún objeto místico (mientras lo toco)…
Mis cuestionamientos hacia las cosas incuestionables de la vida, esos actos q se hacen x imitación, herencia, tontería, o como quieran llamarlo, no son de ahora. Hace años me planteé no pedir más deseos, total nunca se me cumplían. Luego volví a caer en el juego de los deseos q nunca llegan, y una vez más me vi cerrando los ojos e imaginando situaciones q en ese momento determinado me harían verdaderamente feliz.
Pero el problema es q los deseos caducan. De hecho la mayoría de mis deseos de niña y de adolescente han pasado ya a mejor vida. Y como apuntaba en el primer párrafo, q desastre se volvería mi vida si se empezaran a cumplir uno a uno.
Así q nada, propongo q no perdamos más el tiempo, por si alguna vez a ese alguien a quién le pedimos se le ocurre concedernos la “dicha” de ver nuestros deseos cumplidos. O más simple, caigamos en la vulgaridad de la salud, el dinero y el amor, no seamos nada originales, pero no nos compliquemos la vida x favor…
