wake me up when september ends

Septiembre ya no es lo que era. No, definitivamente no lo es. En mi tierra natal era el mes que más ilusión me hacía de todos. Septiembre significaba flores. Mirar el horóscopo porque fijo algo bueno caía… en la parte amor, claro está. Era la hora de abandonar el tan odioso “blanco teta” para empezar a lucir un moreno no muy caribe que digamos, pero moreno al fin. Épocas de guardar en un frasquito el aroma de las últimas lluvias. Mes de revolver el placard y sacar la ropa de veranito, lavarla, perfumarla… Tiempos de apuntarse en el gimnasio y de empezar la dieta, para abandonarla a las tres semanas, pero bueno… septiembre era sinónimo de vida saludable. El 21 llegaba nuestro tan preciado día del estudiante. Todos a emborracharse de sol y algo más en algún parque, a compartir buenos momentos… Y los últimos días eran de primavera total, de calor que daba gustito, los primeros helados, un asado al aire libre…

Septiembre en mi Santiago querido da pena… Empieza con el gran debate entre salir a semi achicharrarse con los últimos rayos de sol y la responsabilidad de encerrarse a estudiar. Siempre ganan los rayos de sol… Consecuencia de estos primeros días, llegan jornadas de stress extremo. Los ricos helados de hace tiempo se cambian por litros de café al mejor estilo chapapote. La gente anda hecha un saco de nervios y la vida se nos consume entre apuntes mientras nuestra piel se va palideciendo a pasos agigantados. Con lo que costó broncearse, q injusto! Pasado el momento de exámenes empiezan los rollos de matrícula, el horario, las malditas “de libre” q tres años después sigo sin encontrarles el sentido. En la última semana de tiempo libre casi no se puede asomar la nariz que ya empezó a llover, y como son las primeras lluvias nos hacemos los rebeldes, no por mucho tiempo que si no acabaríamos en plan claustro hasta mayo… Y termina, como no, empezando a cursar, porque los de Pontevedra somos muy afortunados… =(.

En definitiva… septiembre… ni una buena! Pasó de ser mi favorito a pedir a gritos que lo saquen del calendario, no me ofendo para nada… En vistas de que tendría que movilizar masas para lograrlo, y teniendo en cuenta que a estas alturas de mi mes “especial” me siento con pocos ánimos para lo que sea…

Alguien me haría el favor de despertarme cuando acabe septiembre?