Yo quiero ser una chica almodóvar...

Wednesday, September 20, 2006

y qué si el ramo me pasa de largo???

Me sorprende la capacidad del ser humano de cambiar tanto en tan poco tiempo. Y hoy me sorprendo a mí misma…

En junio fui a una boda y no serviría de nada mentirles: Esperé ansiosa toda la noche el momento en que la novia tira el ramo, con la ilusión de que cayera en mis manos asegurándome así el pase hacia un feliz matrimonio, quién sabe con qué individuo, pero matrimonio al fin. Decepcionada, vi como una de mis mejores amigas me arrebataba el ramo que estaba “casi” en mis manos. Me puse feliz por ella, tampoco soy tan egoista! Y tomé ese esquivo involuntario como una señal.

Llevo meses reflexionando sobre “mi boda” y he resuelto que no quiero boda. A medida que lo voy comentando la gente va palideciendo. Menos mi madre, que me mira con ojos de complicidad al tiempo que piensa: algo bien he hecho por mi hija!, lo que es el resto del mundo opina a coro: ¿Cómo que no te querés casar?

Pues no. No me quiero casar. Sencillamente porque se me fue la ilusión. Convengamos que aunque quisiera casarme tampoco tendría con quién, porque que me haya “echado novio” hace tres meses no me garantiza un buen marido, de hecho ni hemos tocado el tema, ni pienso hacerlo, no sea cosa que él sí crea en este circo…

Abandoné así de repente mi sueño que venía persiguiendo desde pequeña. Quería fiesta, vestido, noche de bodas y luna de miel. La fiesta se volvió algo para mí totalmente superficial desde que veo que cada vez que la gente tiene una se anda complicando la vida con el dinero que va a poner para el regalo, porque aca se lleva el efectivo. En Argentina la cosa era mucho más íntima y más sincera. Aquí, y no por esto quiero desmerecer las bodas españolas, se lucra desde el primer momento… es increíble! Entonces, como no quiero dar dolores de cabeza a nadie ni dejarme los ahorros de toda mi vida en una fiesta donde lo único que se hace es comer hasta reventar detrás de una mesa, y yo debería andar paseando entre las mesas poniendo cara bonita mientras muero por picotear algo de esa mesa… en fin… no quiero fiesta.

¿Y qué del vestido? Digamos que eso todavía me hace algo de ilusión. O me hacía, hasta que empecé con mis cuestiones de la edad. El cuerpo va pasando factura conforme pasan los años y cada vez estoy menos a gusto con mi figura. Como no me agarre diez días de antibiótico seguidos de una gastroenteritis, otros ocho días, como la semana pasada, q me han llevado a bajar 4 kilos… de otra manera el vestido sería otra complicación. Y para guardarlo en una caja y que sea una carga para el futuro, ya casi paso del tema.

La noche de bodas ya no tendría nada de nuevo, que para noche especial un día de estos lo sorprendo a mi chico y se acabó, sin tanta parafernalia. Que la verdad, a estas alturas me imagino una noche de bodas discutiendo lo que salió bien y lo que salió mal (que poco optimista, joder!) o lo que es peor… sencillamente agotada de tanto ajetreo carnavalesco. Y a los que insistan con que tiene algo de especial esa noche, les contesto con una cursilería robada: “que todas las noches sean noches de boda”…

“Que todas las lunas sean lunas de miel…”. Ah no, creo que aquí Joaquín no va al viaje en lo práctico, que esto iba más de metáfora. Pero me vino bien para llegar al punto de esta especie de vacaciones en plan relax, para recuperarte del trajín de la semana anterior. Y para que? Si me puedo ir de viaje en cualquier momento, y disfrutarlo lo mismo. Es más, con todo lo que me ahorro en vestido, salón, Iglesia, animación, damas de honor, arras y la mar en coche, es que casi me recorro medio mundo en plan cutre, pero si estoy cumpliendo mi sueño!. Y que conste que el sueño de recorrer a fondo unos cuantos países ocupaba lugar privilegiado respecto al de casarme, que soy una mujer de principios y que se sepa!.

Y llegando a la parte más sentimental, creo que la boda es algo así como “ahora si no te escapas”, pero es puro cuento, porque a la larga nos terminaremos corneando (si es que íbamos a hacerlo…) con o sin Iglesia, con o sin papeles… Y como de golpe se puso de moda el divorcio, pues yo no me caso y así no me divorcio, y puedo ir en contra de la corriente, que me entretiene bastante. Y pobres de los que creen sellar su amor. Donde se ha visto? Acaso tu firmas algo antes de leerlo? MAL HECHO. Primero hay que leer con atención, que luego no hay reclamaciones. Y leer la letra pequeña, que si no la cagas!.

En definitiva, me gustaría casarme, sí, el día que cumpla 50 años de feliz matrimonio entre comillas, de feliz convivencia y de feliz fidelidad. Aunque la gente se empecine en hacer las cosas empezando por el final...

3 Comments:

At 1:00 AM, Blogger Marta said...

Jo. Visto así...yo todavía creo en el matrimonio. Bueno, no sé si en eso. Pero todavía tengo la ilusión de una boda de cuento con vestido de princesa. Aunq luego salga mal...eso ya es otra historia. Supongo q con el tiempo acabaré pensando como tú. Es más, ahora sigo teniendo esa ilusión pero la veo muy lejana, como si digo que me gustaría dar la vuelta al mundo jeje.
besotes

 
At 10:51 AM, Blogger *la chica Almodóvar* said...

ya te convenceré para q no creas jejeje besitos marta!

 
At 9:15 AM, Blogger Akane said...

Pues yo la verdad es q ese sueño típico de emocionarse por vestirse de blanco e ir al altar... yo creo q así nunca lo he tenido.
Sí he pensado muchas veces en ello, pero nunca con tanta ilusión, siempre acababa pensando que me daría vergüenza, mucha vergüenza q superaría la ilusión esa de vestirse así.
No me veo vestida de blanco, encambio sí que puede que me gustase el casarme con mi chico (cuando llegue... je!! tanto el chico como el momento... :P). Me gusta pensar en la idea del matrimonio, en esa unión... pero sin tanta parafernalia. No sé si me entiendes... :S
Creo q me estoy liando!! jajaja

Besitos!!

 

Post a Comment

<< Home