al menos lo intenté...

El 11 de agosto escribí esto...

Me quiero ir a una isla, sola… q estemos el mar, la arena y yo. Necesito abstraerme de todo y estar conmigo misma. Estoy viviendo una época en que no me reconozco. Siento cosas distintas todos los días, incluso varias cosas distintas en un mismo día, lo que es más grave! Soy incapaz de tomar una decisión. Me dedico a hacer consultas populares, cosa que antes jamás hacía. Me estoy volviendo débil. Nada me convence, y nada me da la seguridad que quiero. Tengo miedo de arriesgar, y me da igual que el que arriesga no gana… eso es un mito, porque hoy lo veo así. No gano pero no pierdo. Y punto. Estoy siendo egoísta y no me arrepiento. Tengo ganas de gritar fuerte, de romper cosas, de dibujar, de escribir, de hamacarme, de tomar el sol. Cero ganas de estudiar, tengo una terrible falta de concentración. Mañana me voy a Italia una semana, voy a estar algo lejos de todos mis asuntos cotidianos. Pero los líos me los llevo en la cabeza, y como jode! Si pudiera dejarlos en casa sería genial. A lo mejor los dejo en la ventana, se airean, en una de esas se los lleva el viento. Y vuelvo y no los encuentro. Y me siento bien, libre… Sí, voy a dejar mis problemas en la ventana…

Hoy es 22 de agosto y siento que...

Por más q lo intenté no pude dejar mis problemas en casa. Se podría decir que me hice tan amiga de ellos que hasta me los llevé conmigo de vacaciones. A veces me siento tan generosa! Eso sí, pude ponerles algunos límites, cosa que considero todo un logro. Así, mientras que en mi ciudad los problemas me seguían a todas partes, estando fuera pude frenarlos. Me atacaban, claro está, a la noche... cuando me duchaba... cuando estaba mucho rato sola... después de cenar... apenas abría los ojos...

Pero pude sentirme muy satisfecha al recordar que me dejaron por un rato cuando... visité la Fontana de Trevi... subí aquella montaña... cuando despegó el avión... mientras comía la "vera pasta italiana"... cuando descubría la belleza de los hombres italianos... sacando las fotos del Coliseo... viendo al David... perdiéndome en las calles de Firenze... intentando hacerme entender en italiano... comiéndome los tantos super helados que me comí...

En conclusión, no estoy todo lo contenta que qusiera conmigo misma, pero algo es algo. Y, como si fuera poco... CREO que hasta tomé una decisión!