Yo quiero ser una chica almodóvar...

Thursday, May 04, 2006

Ya siento que estoy radiante por volver...

Aerolíneas Argentinas anuncia su vuelo nº 1405 con destino a BsAs. Y a mí se me paraliza el corazón. Vuelvo a revisar el billete y compruebo por vez “ya no me acuerdo” si tengo el pasaporte. Todo está en orden. Estoy a punto de subirme al avión que me llevará al encuentro con mi otra vida. Porque tengo dos vidas separadas por unos cuántos litros de agua, pero eso no es problema si cada tanto los puedo atravesar.

Faltan dos semanas y algo más para que llegue este momento que llevo meses esperando. Descubrí que no tenía tanta necesidad de volver a Buenos Aires, hasta que tuve el pasaje entre mis manos. A partir de ese momento la espera se hizo bastante lenta, con lo impaciente que soy! Y mentalmente ya me vi varias veces llegando a Ezeiza, reencontrándome con mis amigos, mi familia. Se me hincha el pecho y se me escapa una sonrisa…

Amo los aviones, desde toda mi vida. Y amo los aeropuertos. Tanto que me planteo seriamente hacer el curso de azafata, para compartir a diario esta emoción que siento por viajar, con todos los que se suben a un avión, por el motivo que sea.

Mi viaje empieza en casa, cuando hago la lista de las cosas que me tengo que llevar. Soy tan fanática de las listas que las empiezo a hacer unas semanas antes, con todos los detalles que no se pueden escapar. A punto de salir, ya con las maletas cerradas, la releo para darme el visto bueno. Y mientras llego al aeropuerto lo sigo haciendo mentalmente. No confío ni en mí misma (jaja).

El viaje a Madrid es menos emocionante. Pero la espera de horas y horas hasta que sale el vuelo a BsAs me da tanta satisfacción que no soy capaz de explicarlo. La gente detesta esperar en los aeropuertos. A mi me fascina. Recorro absolutamente todos los free-shops, y siento mil veces la fragancia de mi perfume favorito, que aunque lo lleve puesto, no huele igual que en los aeropuertos, a que no?. Siempre compro alguna cosita. Como algo livianito, generalmente un sándwich de atún, o uno vegetal, aunque después en el avión me como todo!. Pero es más psicológico que otra cosa. Y observo mucho a la gente. Me encanta sentarme y ver qué hacen, como se mueven, qué dicen, las caras… me imagino a dónde viajan y por qué, y me entretengo muchísimo.

Cuando falta poco para que salga el vuelo me entran los nervios, vuelvo a repasar si traje todo, a estas alturas ya ni sé para qué lo hago porque no hay vuelta atrás. El pasaporte? Ok, allá vamos… Entonces la entrada al avión, con el pie derecho por supuesto! Siempre que puedo viajo en la ventanilla por dos motivos: El primero, esto de que me gusta ver… y no hay nada más emocionante que el mundo visto desde arriba, las personas son puntitos, pero puntitos llenos de vida, de sentimientos, de problemas, de recuerdos y de esperanzas. Compruebo eso de que podemos parecer tan insignificantes! El segundo motivo por el cual prefiero la ventanilla es porque necesito apoyarme para dormir. Me coloco un poco de costado y me apoyo en la ventanilla. De otra forma acabaría arriba del que tenga al lado. Si por lo menos me tocara un compañero guapo! Esto ya sería mucho pedir, verdad?

Y bueno… el resto del vuelo lo normal. Siempre llevo un libro, una revista de cotilleo y música, fundamental! Y un neceser donde llevo más cosas que las que uso en casa, pero todo por las dudas. Mujer precavida vale por dos. Siempre un bolso enorme (por cierto! Me tengo que comprar uno!). Y mis pantuflas (zapatillas) porque lo primero que hago es sacarme el calzado y paso todo el vuelo como en casa. A la hora de dormir me coloco el antifaz y soy tan feliz de despertarme en el avión, ver cuántas horas pasaron, cambiar la hora del reloj, ver como atravieso el tiempo y los litros de agua.

Las comidas de los vuelos son horribles, es verdad, pero a mi me gustan, debe ser la emoción. Y sobre todo disfruto los desayunos, esto ya no se por qué será. Cuando falta una hora para llegar voy al aseo y me pongo presentable. No vayan a pensar que me cambiaron en España. Y nada más… el resto ya es ver BsAs desde arriba, que es lo más maravilloso que me puede pasar, la inmensidad, tratar de reconocer algo, empezar a ver más puntitos de vida, tan lejos de los que dejamos hace doce horas, pero que pueden estar tan conectados que se me ponen los pelos de punta.

Y por último bajar del avión, recoger la maleta (espero que no haya quedado en Madrid!) y atravesar esa puerta que ya es lo único que me separa de mi otro yo. El resto es disfrutar de lo maravilloso de vivir, de emigrar y de volver una y otra vez a comprobar que el amor entre las personas es infinito y supera cualquier obstáculo. Se me nublan los ojos frente al ordenador, de solo imaginar…

2 Comments:

At 2:07 PM, Blogger Marta said...

Sabes? yo sólo he montado en avión dos veces en mi vida, y una era demasiado pequeña para recordarlo, así q no sé si me gusta o me disgusta. Pero sí q es raro q te guste esperar y volar, sobre todo siendo tan impaciente...yo querria teletransportarme ya jeje.
Cuando te vas, en las letras gallegas?¿ Yo me voy con gente de clase a Port Aventura, así q ya te contaré mi experiencia sobrevlando españa...no es como cruzar el atlántico pero algo es algo...y ya tengo hechas las listas de cosas para llevar, jaja las hago en clase de ética xDDD.
Eres muy afortunada de tener dos vidas, una a cada lado del mar, supongo q a veces será un fasidio, pero gracias a eso vives momentos como los q describes en el post...y puedes volver a casa...dos veces.
bikiños ;)

 
At 5:03 PM, Blogger Nadia said...

Nadieta, por algo nos llamamos igual, yo tambien amo los aeropuertos, viajar en avion y todo lo que ello conlleva, tambien me gustaria ser azafataaa, bueno igual ya lo sabes, que lo hablamos.
ja me mato lo de las listas, yo nunca hago listas de lo que llevo en el viaje, por ahi un poco mentalmente, pero pa cuando vaya alla tendre que hacer una, es un viaje muy importaaantee
Bueno me voy a leer tus posts anteriores y a seguir charlando con vos x msn
Muaaaa
NaChU

 

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